México, D.F., a 31 de enero de 2009. El término oxidación viene de la palabra oxígeno, que es fundamental para la vida. El cuerpo utiliza oxígeno para obtener energía de los alimentos y a su vez suministrarla para que todos los órganos realicen los procesos bioquímicos que deben llevar a cabo.
Este procedimiento se desarrolla en la sangre, donde participa una importante proteína llamada hemoglobina. A este complejo proceso esencial para la vida se le llama oxidación y durante él se generan los radicales libres a fin de eliminar bacterias y brindar cierta protección al organismo.
El desequilibrio surge por una producción descontrolada de radicales libres ante factores como la contaminación, productos químicos de uso doméstico, ciertos medicamentos y dietas desequilibradas (por ejemplo, con exceso en grasas).
Los radicales libres alteran el ADN de las células e impiden su renovación. Cuando el número de radicales libres aumenta y se desestabiliza, son causa de enfermedades de carácter degenerativo y otras muy graves como el cáncer o el envejecimiento prematuro.
¿Cómo evitar la aparición de radicales libres?
Para impedir la aparición de los radicales libres es importante:
Evitar aquellos factores externos que aumentan su número, como la ingestión de tóxicos (drogas, tabaco, alcohol), productos químicos (detergentes, insecticidas, herbicidas, jabones industriales, etc.) y contaminantes ambientales (fábricas, humo de coches).
Evitar las dietas hipercalóricas y el exceso en el consumo de azúcar y grasas. Como hemos mencionado, el exceso en estos alimentos provoca la aparición de radicales libres.
Mantenerse relajado en la medida de lo posible. El estrés también favorece el aumento de radicales libres e inhibe aquellas enzimas que podrían neutralizarlos, ya que el estado de angustia personal rebaja las defensas de nuestro organismo.
Realizar una rutina de ejercicios acorde a nuestras características, complementándola con el consumo de antioxidantes. El ejercicio extenuante y mal enfocado es causa de formación excesiva de radicales libres. Durante el ejercicio, el consumo de oxígeno aumenta por razones naturales y esto da lugar a un gran aumento en la producción de oxidantes que contribuye a la fatiga muscular. La inflamación muscular producida después de arduos ejercicios también está asociada con el estrés oxidativo, especialmente en las 24 horas después de un período de sesiones de ejercicio.
Los antioxidantes, aliados del ejercicio. Por la situación anterior, es muy importante que el cuerpo cuente con suficientes antioxidantes para evitar el estrés oxidativo que se da de manera natural durante el ejercicio y que se incrementa aún más cuando la actividad física es excesiva. De esta manera, se aprovecharán todas las ventajas de hacer ejercicio y nuestras células estarán protegidas de la oxidación.
¿Qué son los Antioxidantes?
El sistema antioxidante es un complejo mecanismo de defensa contra la acción de los radicales libres, en el que vitaminas y minerales desempeñan un papel fundamental al prevenir que las paredes celulares se oxiden.
Los antioxidantes on sustancias que reaccionan químicamente con los radicales libres haciéndolos inocuos y al mismo tiempo impidiendo su creación descontrolada, que es la causante de muerte celular.
El selenio, el zinc, cobre, magnesio, la vitamina E (alfa-tocoferol), la vitamina C (ácido ascórbico) y la vitamina A (retinol) son eficaces antioxidantes que protegen a las células de la descomposición.
Para que el organismo cuente con los antioxidantes necesarios para un funcionamiento equilibrado, los expertos en nutrición recomiendan mantener una alimentación con un adecuado aporte de frutas, vegetales, cereales integrales, oleaginosas y pescados. Una dieta de este tipo protege del cáncer, así como de enfermedades cardiacas y neurológicas.
Las vitaminas C y E figuran entre los antioxidantes más poderosos
La vitamina C es conocida como ácido ascórbico y es necesaria para producir colágeno, metabolizar grasas, cicatrizar heridas y fortalecer las defensas del organismo. Puede encontrarse en naranja, toronja, guayaba, fresa, limón, col de Bruselas, coliflor, grosellas, kiwi, melón y tomate verde. Además de sus propiedades antioxidantes, la Vitamina C contribuye a la absorción del hierro, del calcio y de otros aminoácidos. Su deficiencia provoca una debilidad general en el organismo que se manifiesta en algunos padecimientos como escorbuto e infecciones respiratorias principalmente.
Conocida también como tocoferol, la Vitamina E defiende a las membranas celulares de la oxidación causada por los radicales libres al mantener la integridad de las células. También evita que las vitaminas A y C y el mineral selenio se destruyan, alivia la fatiga, previene y disuelve coágulos sanguíneos, protege a los pulmones de la contaminación, proporciona oxígeno al organismo, retarda el envejecimiento y acelera la cicatrización de quemaduras.
La deficiencia de esta vitamina puede producir destrucción celular y de glóbulos rojos, anemia, envejecimiento prematuro y trastornos en la reproducción. Está contenida en aguacate, brócoli, ciruela, espinaca, espárrago, manzana, plátano y zanahoria.
1 comentario:
Immunocal es hoy por hoy la mejor opción para combatir la oxidación celular y regenerar el cuerpo desde un nivel intracelular por la producción de glutatión que produce en el cuerpo gracias a la cisteína bioactiva del que está hecho.
Facebook: Marcela Lafuente, Skype: marcela.lafuente1
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