jueves, 15 de mayo de 2008

NI EL USO DE MICROONDAS NI DE CELULAR CAUSA TUMORES, Y MENOS CEREBRALES, ACLARAN EXPERTOS EN CONGRESO MEDICO

o Mitos, nada eso está comprobado, apunta la Radio-oncóloga Teresa Lanché
o Se han investigado ciertas alteraciones cromosómicas, Dr. Enrique López


Río de Janeiro, Brasil, 9 de Mayo, 2008.- Médicos Oncólogos, Radio-Oncólogos y Oncólogos Pediatras reunidos en el Congreso: “Actualidades en el Tratamiento de Gliomas II”, coincidieron en señalar que aún no se conocen las causas de los llamados gliomas, que son tumores que se originan en el cerebro dentro de la sustancia blanca o tejido de sostén, los cuales son, en el caso de la práctica pediátrica, los tumores sólidos más frecuentes.

En entrevista, el doctor Enrique López, Jefe del Servicio de Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que se han investigado ciertas alteraciones cromosómicas en el desarrollo de los gliomas, entre los cuales el más peligroso es el glioblastoma multiforme (cáncer de cerebro) que se ubica en un nivel IV por su agresividad.

No obstante, el especialista alertó que hay algunos signos que podrían evidenciar el desarrollo de un tumor en pacientes pediátricos tales como dolor de cabeza por más de tres semanas que afecta por la noche, presencia de tensión o ansiedad, cambios en conducta como irritabilidad, somnolencia y vómito, solos o alternados, además de alteraciones en la marcha.

Ante estos síntomas, agregó el Doctor López, es fundamental acudir con el médico, más aún cuando el paciente tiene entre 5 y 9 años que es el pico de edad para el desarrollo de tumores cerebrales. Para el diagnóstico –agregó-- se debe hacer una tomografía o, idealmente, una resonancia magnética de cráneo que es un proceso más sofisticado para detectar los tumores en el la parte trasera del cerebro; es decir, en el tallo cerebral.

Si se detecta a tiempo se puede intervenir quirúrgicamente porque la cirugía que es piedra angular pero en ocasiones, por la localización del tumor, no es recomendable. “Es entonces cuando se recurre a la aplicación de temozolamida (Temodal) que es una quimioterapia oral con otros tratamientos que se administra cada mes, cuya sustancia impide que se lleve a cabo la síntesis del DNA y la duplicación celular del tumor”, dijo.

Incluso, agregó, “México es pionero en el uso de Temodal en el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. Anteriormente, hasta el 70 por ciento de los pacientes lamentablemente fallecían pero ahora más del 60 por ciento de ellos tienen buena evolución con un avance muy significativo en la sobrevida. En el caso de los menores se procura dar sobrevida de curación a cinco años. Hoy en el Centro Médico tenemos muchos niños curados y eso es una gran satisfacción”.




Entrevistada por separado, Teresa Lanché, una de las más prestigiadas radio-oncólogas de México del Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE, apunta que por cada cinco adultos hay un menor con cáncer (de cualquier tipo) entre los cuales puede haber otro tipo de tumores como los cerebrales.

“Recuerdo que hace varios años ningún médico quería tratar tumores cerebrales porque algunos colegas pensaban que nada se podía hacer por el paciente; pero no es así. De casos como esos hemos tenido muy buenos resultados con el tratamiento combinado de temozolamida, más radiación y adyuvantes, pero hay que aclarar que no estamos hablando de una cura sino de una sobrevida, antes los pacientes fallecían a los seis meses y ahora viven más de tres años”.

Lanché Guevara, una de las primeras mexicanas en pertenecer a la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP), y fundadora de la Sociedad Internacional de Radioterapia Pediátrica (SIRP), asegura que los tumores cerebrales son los tumores sólidos más frecuentes y aclara que la leucemia también es importante pero no se trata de un tumor sólido porque se genera en la médula de los huesos y puede afectar varios órganos.

Lamentablemente, acota, “aún no conocemos las causas pero lo que sí sabemos es que no está comprobado lo que se dice de que personas que viven cerca de reactores desarrollan tumores. Ni tampoco por usar microondas ni celulares. Eso es un mito. No está comprobado nada de eso”.

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