jueves, 29 de mayo de 2008

Ecos del Congreso Nacional para el Estudio de la Hematología, LA ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA VENOSA, PRIMERA CAUSA DE MUERTE EN EL MUNDO


- En México se estiman al menos 300 mil casos al año
- Fundamental contar con nuevas alternativas


México, D.F., a 29 de Mayo, 2008.- La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es, en sus dos variantes más comunes --trombosis venosa profunda (TVP) y tromboembolismo pulmonar (TEP), la primera causa de muerte en el mundo y México no es la excepción, aseguró el Doctor Carlos Martínez, integrante de la Unidad Médica de Alta Especialidad, Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De acuerdo con Martínez Murillo, en nuestro país la ETV es un grave problema de salud pública debido a que se estima que se presentan un total de 300,000 casos al año --160,000 casos de TVP y 140,000 casos de TEP—, cuyas causas se relacionan con los factores de la coagulación; es decir, sustancias químicas presentes en la sangre que en condiciones normales se encargan de coagularla ante una lesión en cualquier órgano del cuerpo.

Cabe destacar que cuando este fenómeno natural ocurre de forma anormal, se denomina trombosis cuyo tratamiento se basa en el bloqueo de alguno de los diferentes factores de la coagulación, ya que al inhibir la función de algunos de esos factores se puede evitar la trombosis, apuntó el experto.

Fue en el marco del Congreso Nacional de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología (AMEH), organismo presidido por el Doctor Abraham Majluf y la Doctora Gabriela Cesarman en calidad de secretario, donde se presentó el tema “Retos clínicos y necesidades en terapia anticoagulante”, ante más de 2 mil asistentes.

Entre los puntos abordados, se destacó que es fundamental brindar profilaxis primaria al paciente, lo cual se refiere a hacerlo antes de que se presente el primer evento trombótico, mientras que la secundaria es después de este primer evento, dijo Martínez Murillo.

El facultativo explicó que ante los resultados de los tratamientos antitrombóticos con los que actualmente contamos, se requiere contar con opciones terapéuticas que cubran las necesidades, ya que “algunos pacientes presentan resistencia al efecto de algunos fármacos, y tienen riesgo de hemorragia o se dificulta el monitoreo de la coagulación”, agregó.

Incluso destacó que el antitrombótico ideal debe cubrir algunos criterios, entre los cuales destacan que tenga excelente efecto antitrombótico y anticoagulante; bajo o nulo riesgo de hemorragia; que no requiera monitoreo por pruebas de laboratorio; que sea accesible desde el punto de vista económico y que se administre por vía oral.

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